miércoles, 27 de julio de 2011

I'm just waiting...


Dear Universe: Leave me alone!


¿Si soy muy quejosa? Hoy por la mañana me dijeron que lo era y pues, no es que lo esté negando, es sólo que… ay no me quejo tanto, al menos no me quejo en proporción con lo que debería y si no lo hago es porque no sé a qué instancias tiene uno que acudir para ir a depositar su queja y/o mentada de madre.

Mi mamá siempre me ha dicho “no te quejes, hay gente que está en peores situaciones y sale adelante”, bueno sí, yo no niego ese hecho, el punto es, que pues mi vida es esta y no la de los demás, si hay alguien con problemas más cabrones que los míos espero que los supere, tampoco se trata de una “competencia”, no hay un artefacto que mida la escala del problema en comparación con los problemas de los demás y te otorgue una calificación, ya saben, llegas, escribes tu problema y te regala un ticket como el de los cajeros del banco que diga: en la escala del 1 al 10 su problema es de 5.3, haga el favor de no hacerla tanto de pedo.

Cada persona afronta la vida de maneras tan diferentes como extrañas, hay a los que les importa un carajo no tener trabajo, para otros es primordial puesto que tiene bocas que alimentar, para otros el sufrimiento de los demás es más bien “intramuscular”, mientras que otros son lo suficiente vulnerables y aprensivos que hacen del dolor ajeno el suyo (tampoco es para tanto eh).

La verdad es que a veces si me siento una malagradecida cuando me hacen ver “todo” lo que tengo y lo que les hace falta a los demás, pero a ver, tranquilos, sí tengo trabajo (no sé por cuánto tiempo más), tengo a mi familia, amigos poca madre, no me falta qué vestir, qué comer, en dónde dormir y me puedo dar hasta ciertos lujos, pero ¿ya por eso tengo que estar totalmente feliz y agradecida con la vida? ¿Me están diciendo que no merezco más? Que sería una grosería de mi parte pedir, buscar, solicitar o tener alguito más en mi vida para ser poquito más o de una vez completamente feliz. ¡No me chinguen!

Ok, la felicidad es un término muy complejo y cada quien lo puede interpretar a su manera o conveniencia por qué no, al menos yo no necesito grandes lujos para ser feliz, no necesito un clóset lleno de ropa para ser feliz, no necesito el puesto más cabrón de una compañía y un cheque con muchos ceros para ser feliz, tampoco necesito el coche recién salido de la agencia. Les mentiría si les dijera que un poco de holgura económica no me haría feliz, pero tampoco necesito cuentas de banco millonarias, nada más lo necesario para vivir tranquila y sin presiones, eso estaría chido. Pero si alguien necesita de todo eso para ser y sentirse feliz, tampoco lo critico, cada quien tiene sus escalas de felicidad, así como antes les hablaba de las escalas de los problemas.

Aterrizando (eso intento) un poco el tema (que ya ni me acuerdo cuál es), les diré que eso de la felicidad se convierte en un problema cuando de pronto no depende tanto de ti como de los demás o para ser más específica, cuando depende de alguien más ¿no les parece una gran estupidez? ¿Por qué alguien más ha de ser el responsable de nuestra felicidad? Por favor si alguien sabe la respuesta dígamelo, porque no me ha quedado claro cómo es que podemos darle tanto poder a los demás sobre nosotros mismos, es más pienso que es hasta egoísta el depender de alguien para ser felices, porque nada es para siempre y hasta la belleza cansa, el amor acaba (sí, es una canción del Príncipe).

Tengo todo dicen, yo más bien pienso que no tengo nada y eso me hace feliz, neta ¿qué pierdo si no tengo nada? ¿No creen?

Me hace falta todo, sé que todo eso que me falta lo tendré, pero si no llega tampoco me voy a frustrar o a volver una amargada, porque aquí estoy, sola, sin nada, más que toda la actitud para esperar a que llegue lo que tenga que llegar, buscarlo sí, pero sin presionar, porque a fuerza ni los zapatos y sería mucha pinche grosería del universo si no hay nadie perfecto para mí y yo para él, no te conozco, pero aquí estoy, esperando…

P.D. Me debes no una, me debes un chingo universo, me las voy a cobrar, toma nota.

lunes, 25 de julio de 2011

De regreso o segundas partes son revancha


Pues bien, no soy de las que dejan las cosas “a la buena de dios”, pero hubo acontecimientos extraordinarios e inesperados que hicieron que me ausentara más de un año de estos “chunches”, no voy a darles el breviario de lo acontecido, pero les diré en dos palabras lo que pasó y lo que está pasando ahora mismo: sigo aquí.

Y seguiré algún tiempo, no sé exactamente cuánto pero eso es lo de menos, ya saben, no hay por qué obsesionarse con temas que no están tan a nuestro alcance, todos tenemos un "deadline" pero para qué traerlo ahorita al caso ¿no? Bueno, tomando en cuenta la noticia que acaban de darme creo que de hecho sí viene al caso, les cuento…

Recién llevo cuatro meses en la nueva chamba, va bien, hay cosas que no me hacen muy feliz pero bueno siempre podría ser peor ¿no? Tengo la mala costumbre de ser muy puntual, de hecho exagero con la puntualidad, siempre llego temprano a todos lados, por lo tanto, al llegar todos los días temprano a trabajar digamos que las únicas personas que te encuentras en chinga a esas horas son los polis de vigilancia y las señoras del aseo. No sé a ustedes, pero yo siempre tiendo a llevarme muy bien con éstas personas, para mí la neta, las más valiosas de cualquier lugar, además los que son bien leales a ti y están puestísimos para ayudarte con cualquier problema.

Pues bien, hace una hora vinieron a solicitarme una cooperación para la familia de la señora Hilda, les dije que si, además les pregunté qué le había pasado y si se encontraba bien, la respuesta creo que ya la imaginan, ella falleció ayer...

A pesar de conocerla poquísimo tiempo, me ha dolido mucho la noticia, la señora Hilda siempre estaba de buenas, no te negaba un favor, si te notaba triste te preguntaba el motivo y hacía lo posible por hacer algo para que te sintieras bien, te decía algo bonito, te daba un abrazo, a mi incluso me regaló una “novena”, me dijo que tuviera fe y que lo que yo pidiera lo iba a conseguir, no le comenté obvio que yo no creo en eso ni nada, el simple hecho de que se tomara la molestia de ir fuera de la oficina a sacar una copia de un pedazo de papel con un santito al que ella le era fiel devota y lo compartiera conmigo, tiene un significado muy especial y lo voy a conservar así, como el recuerdo de alguien especial.

Y bueno el punto es, los que seguimos aquí, ojala y aprovechemos el viaje y dejemos un recuerdo (bueno de preferencia) a las personas que nos conocieron, aunque fuera poco tiempo, eso no importa, hay que procurar pasar con menos pena y más gloria, por el simple motivo de que ya que estamos aquí pues hay que vivir.

P.D. Andaré mucho más seguido por acá, ojala lean y escriban algo, lo que quieran, aquí nos leemos.